El uso correcto de una crema reafirmante

Con el paso de los años, el efecto de perder y ganar peso, embarazos, adolescencia… nuestra piel sufre el deterioro de sus fibras de sostén, como son el colágeno y la elastina. Algunas enfermedades metabólicas también influyen en ello, por lo tanto de manera externa la crema reafirmante lo que intenta es aportar vitalidad al colágeno y la elastina para que estimulándose consigan el efecto de sujetar la piel.

Es recomendable, que antes de aplicar la crema reafirmante nos aseguremos de que esta puede desplegar todas sus propiedades sobre nuestra piel. Para ello, una vez por semana, realizaremos un peeling corporal mientras dure el tratamiento.

Aplicaremos la crema una o dos veces al día sobre la zona que deseemos tratar realizando un masaje suave hasta que esta se haya absorbido completamente. Las zonas principales de aplicación son vientre, brazos y piernas.

En caso de que en nuestra rutina vayamos a aplicar también una crema hidratante es importante que se aplique primero la crema reafirmante y después la hidratante.

Durante un tratamiento adelgazante la recomendaremos a nuestras clientes para que la utilicen diariamente después de la ducha. También la utilizaremos en los tratamientos anti celulíticos combinando la crema anti celulítica por la mañana y la reafirmante para la noche.

Hay cierta creencia de que aplicando más cantidad de producto el efecto podría ser mayor, pero esto no siempre es así. Debemos aplicar cantidades proporcionadas a lo que nuestra piel absorba de una manera sencilla. Si aplicamos demasiada cantidad, el exceso de producto puede dificultar la correcta oxigenación de la piel.

Se le puede recomendar a las embarazadas para que se la pongan en la barriga como profilaxis para la piel flácida, y también nos ayuda a evitar la aparición de las estrías, si bien debemos considerar que no es una crema anti estrías).

Si lo queremos es conseguir una piel y un cuerpo firme la mejor estrategia es combinar el uso de una buena crema reafirmante con la práctica de ejercicio físico de manera regular y con una dieta saludable basada en alimentos frescos y con poca elaboración.