La exfoliación consiste en la eliminación de las células muertas por medio de cremas y productos exfoliantes, aunque debemos saber que nuestra piel por sí sola lo hace una vez al mes. A medida que vamos envejeciendo, este proceso va haciéndose más lento. Esto hace que las células muertas se queden en la superficie porosa de la dermis obstruyendo el crecimiento de las células nuevas.
Los exfoliantes corporales ayudan a favorecer la regeneración celular de la piel, a renovarla por completo y a eliminar todas las células que han envejecido.
Debemos aplicar el exfoliante corporal y facial al menos una vez por semana para mantener nuestra piel más limpia, radiante y suave.
Cómo usar un exfoliante corporal paso a paso
Para conseguir una piel perfecta es necesario usar un producto de calidad: exfoliante, crema o peeling, que al aplicarlo arrastre las células muertas con suavidad, sin hacer daño a la piel. Nuestro peeling de fresa puede ayudarte a oxigenar la piel, suavemente, respetándola.
Además de elegir un buen exfoliante hay que saber aplicarlo, ya que un mal uso de los productos puede provocar una eliminación excesiva de piel. Para usar un peeling o exfoliante sigue estos pasos:
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Una buena exfoliación corporal ayuda a eliminar las células muertas y limpiar en profundidad la piel del abdomen, las piernas, glúteos y brazos. A la hora de realizarla debemos tener en cuenta que el cuerpo no es igual que el rostro y, por eso, debemos comprar el producto determinado para ello.
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Para exfoliar el cuerpo, es recomendable hacerlo con la piel húmeda, por lo que es habitual aprovechar el momento de la ducha para utilizar exfoliantes corporales. Esto se hace así para proteger la estructura natural de la piel y evitar que aparezcan irritaciones. Puedes utilizar un guante de crin para obtener mejores resultados y además combatir la antiestética celulitis.
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Para aplicar el exfoliante corporal, vierte un poco de producto en la mano y aplícalo sobre la zona a tratar. Extiéndelo haciendo movimientos circulares suaves para eliminar las células muertas y estimular la circulación sanguínea.
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Evita exfoliar las zonas más delicadas del cuerpo como los senos o el escote, e incide en aquellas áreas que son más ásperas como los tobillos, las rodillas o los codos. Después de la exfoliación, en las partes en las que es más visible la piel de naranja, se absorben mucho mejor los nutrientes de los aceites esenciales y principios activos que apliquemos.
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La exfoliación debemos realizarla una o dos veces por semana, dependiendo del tipo de piel que se tenga. En pieles secas se aconseja una, mientras que en pieles grasas puede realizarse hasta dos veces en la misma semana.
Puedes encontrar todos nuestros productos aptos para la exfoliación en nuestro catálogo online de cosmética corporal.
¿Cómo usar exfoliante facial?
Al contrario de lo que ocurre con el exfoliante corporal, cuando se trata de la piel de una zona tan sensible como el rostro el proceso se debe hacer con mucha menos intensidad.
Antes de usar el peeling facial, limpia tu rostro con agua tibia y jabón para humedecer la piel.
Con movimientos suaves extiende el producto que hayas elegido y centra la presión de tus manos en las zonas más grasas sin llegar a masajear con fuerza.
Una vez termines de extender todo el producto, retíralo con abundante agua. Evita utilizar una toalla para esta acción o cualquier otro accesorio que arrastre el granulado del exfoliante sin enjuagar antes el rostro.
Termina el proceso utilizando una crema hidratante de tratamiento para ayudar a tu piel con la generación de nuevas células
Si te ha interesado nuestro artículo de la semana y quieres cuidarte, puedes leer uno de nuestros anteriores post sobre los factores externos que más perjudican la piel.
