Aceite de Soja

El primer registro que se tiene del uso de la soja en el ser humano data de aproximadamente  el siglo XI a.C, en China. Durante muchos siglos, la soja ha sido una de las principales plantas fuente de alimento en ese país, además del arroz, el trigo, el mijo y la cebada. No se tienen datos de cuándo comenzó a utilizarse el aceite de soja en sí.

 

La soja es hoy en día un alimento esencial para humanos y animales. A los animales se les alimenta  con harina de soja por su alto aporte de proteínas, similar al de la harina de pescado. Por este mismo valor proteínico, algunas personas la utilizan como sustituto de la carne en dietas o en estilos de vida vegetarianos.

 

Propiedades del aceite de soja

La Soja es una semilla con múltiples propiedades medicinales al igual que todos sus derivados. Aporta importantes beneficios para mantener tu cuerpo sano, entre ellos, la capacidad de proteger tu corazón.

 

Todos los aceites poseen propiedades, pero las propiedades del aceite de soja para cuidar la salud son múltiples y muy importantes.

La composición química del  aceite de soja es:

 

61,2 % de ácidos grasos polinsaturados.

22,6%  de ácidos grasos monoinsaturados.

16,2% de ácidos grasos saturados.

 

EL aceite de soja tiene muchos beneficios:

 

–          Ayuda a proteger el sistema cardiovascular por su alto contenido en ácidos grasos Omega 3 y Omega 6.

–          Ayuda a proteger el sistema nervioso, tanto por su contenido en ácidos grasos, como en su contenido en fosfolípidos.

–          Ayuda  a disminuir el colesterol malo.

–          Ayuda a contrarrestar los efectos de la menopausia, gracias a su contenido en isoflavonas.

–          Protege las membranas tanto de las células como de todo el organismo gracias a su contenido en vitamina E y vitamina A.

–          Es de mejor digestibilidad que el aceite de oliva.

 

El aceite de soja no presenta ningún riesgo al ingerirse o aplicar sobre la piel en cantidades recomendadas. Asimismo, las mujeres embarazadas y en etapa de lactancia pueden hacer un uso seguro del aceite de soja en cantidades no mayores a las que encuentran comúnmente en los alimentos.

 

Algunos individuos que presentan alergias a los cacahuetes, a la soja y a algunas otras plantas de la familia de las leguminosas, también pueden presentar alergia al aceite de soja.

Siempre se debe adquirir aceite de soja no refinado puesto que aquellos  que son refinados son sometidos a un proceso de hidrogenación para incrementar su tiempo de vida útil. Este proceso produce grasas trans que pueden causar diversos problemas a la salud.