Ácido glicólico: cómo usarlo de forma segura y eficaz en tu rutina de belleza

Cuidar de nuestro cuerpo y de nuestra mente es importante. Una parte de nuestro éxito radica, precisamente, en el cuidado corporal y facial. Entre la multitud de tratamientos existentes para estar bien con nosotros mismos, encontramos el ácido glicólico. Para conocer mejor este tratamiento, tienes que conocer sus principales usos, cómo se puede combinar con otros activos y más revelaciones que potenciarán tu belleza devolviendo a tu imagen la expresión que necesita.

El ácido glicólico: qué es

El ácido glicólico es un tipo de ácido que proviene de la caña de azúcar y es un perfecto exfoliante ya que al pertenecer a la familia de los alfa-hidroxiácidos (AHAs) acelera la renovación de las capas más superficiales de nuestra piel.

Beneficios del ácido glicólico

Entre los principales beneficios del uso del ácido glicólico encontramos los siguientes. Toma nota para lucir una piel brillante e hidratada:

  • Exfoliante

El ácido glicólico es un perfecto exfoliante que renovará tu piel por completo devolviéndole la juventud y fuerza necesaria para lucir perfectamente. Dependiendo de la concentración de ácido su efecto peeling puede ser muy potente y acertado en la zona tratada. Además, será un magnífico aliado para combatir los puntos negros con una correcta y completa renovación celular.

  • Aporta brillo y luminosidad

El ácido glicólico rejuvenece la piel y gracias a eso, la hidratación aumentará proyectando luminosidad y brillo en la zona tratada.

  • Elimina la piel grasa

Gracias a sus propiedades, puede erradicar la grasa y el acné a través de un efecto seborregulador.

  • Elimina manchas

Al tener un peso molecular bajo es perfecto para atacar las manchas y las imperfecciones difuminándolas y haciendo que estas disminuyan.

  • Aumenta el colágeno

El colágeno es un componente natural que va disminuyendo con el paso del tiempo. Gracias al ácido glicólico conseguiremos aumentarlo y con ello, la elastina. Por tanto, nuestra piel estará radiante, muy viva y regenerada.

Cómo se usa correctamente el ácido glicólico

Para conseguir el mejor resultado, debemos comenzar humedeciendo la zona a tratar, en este caso el rostro, con agua tibia. Una vez que lo hagamos, tenemos que realizar un masaje suave aplicando una pequeña cantidad de ácido glicólico y una vez aplicado, debemos enjuagar y dejar la piel limpia.

Como complemento a este tratamiento, lo ideal es aplicar diferentes productos para que el efecto se incremente: tónicos, cremas o mascarillas con ácido glicólico serán las aliadas perfectas para este tratamiento. Koken está especializado en ofrecer los mejores productos para cuidar tu piel y devolverle la salud que necesita.