Alantoína

La alantoína es conocida desde hace años por su acción terapéutica sobre la piel.Se encuentra en muchos animales y plantas. Está compuesta por dos moléculas de urea. Posee interesantes propiedades sobre la piel. Es un cicatrizante natural y ayuda a desprenderse de las células muertas, acelerando el crecimiento de tejido sano y mejorando, además, su hidratación.

 

La alantoína promueve la regeneración celular en pieles expuestas y debilitadas por factores ambientales y mantiene la salud de la piel del rostro y del cuerpo, protegiéndola. La adición de alantoína en lociones y cremas de manos elimina rojeces y grietas y deja las manos suaves y tersas.

 

La alantoína se encuentra en la raíz de consuelda, una planta cuyos efectos cicatrizantes y regeneradores ya eran conocidos por los griegos, y es en gran medida la responsable de dichos efectos regeneradores. Podemos encontrar esta sustancia en el Aloe vera y en la baba de caracol, desde donde también ejerce los mismos beneficiosos efectos.

Es una substancia no tóxica, no irritante y no alergénica, y su uso como agente protector de la piel es seguro.

 

Es blanca e inodora, la alantoína también se obtiene de forma sintética como un polvo cristalino blanco, prácticamente inodoro. Su contribución a la protección y cuidado de la piel ha sido fundamental.

 

Gran eficacia, el mecanismo de acción de la alantoína no es bien conocido. Se supone que sus efectos son debidos a que estimula la leucocitosis (aumento de glóbulos blancos) en la zona de aplicación, lo que mejora la circulación del líquido linfático.

Sus principales propiedades son las siguientes:

 

Promueve y acelera la proliferación celular: Con pocas aplicaciones mejora la regeneración cutánea y el estado de la piel que ha sufrido deterioro superficial. Irritaciones, rojeces, grietas y otras sensaciones desagradables desaparecen.

 

Acción queratolítica: La alantoína interacciona con la queratina cutánea reduciendo el espesor del estrato córneo cuando muestra un engrosamiento anormal. Por este motivo su aplicación sobre la piel del rostro y del cuerpo deja una sensación de piel suave, tersa y saludable.

 

Efecto calmante e hidratante: Gracias a que aumenta el contenido de agua de la piel reduce las irritaciones y rojeces.

 

Es un principio activo muy adecuado para bálsamos para después del afeitado, para pieles especialmente sensibles o para bebés y niños. Se incluye en varios tipos de cremas y lociones  faciales, corporales y post-solares. También protege especialmente la piel en lápices de labios, desodorantes y filtros solares. Además, su marcada acción queratolítica sirve para combatir la caspa, reduciendo y descomponiendo las partículas grandes de células muertas visibles. También se usa frecuentemente en productos de higiene oral para proteger las mucosas.