Botox

En el mundo de la estética todos hemos oído hablar del botox, pero, ¿Sabemos qué es?

 

Vamos a profundizar un poco más, y preguntarnos qué es y para qué se usa.

 

El botox es una toxina, que produce el botulismo.

Esta toxina botulínica cuando se ingiere afecta directamente al sistema nervioso impidiendo la síntesis de acetilcolina, una sustancia esencial para la contracción de los músculos y también para funciones propias del sistema nervioso parasimpático, que se encarga de funciones complejas de otros órganos.

 

Esta capacidad para producir parálisis, es lo que se aprovecha tanto en medicina como en estética.

En enfermedades neurológicas como, la incontinencia en los parapléjicos, en distonías, en migrañas, la capacidad para paralizar el musculo hace que sea tan útil esta toxina.

Y esa capacidad de paralización muscular, hacen que sea tan preciada en estética para el tratamiento y prevención de las arrugas faciales.

 

El botox ofrece buenas ventajas en el tratamiento de las arrugas de expresión,no necesita cirugía, se aplica de manera ambulatoria y con anestesia local. Se puede aplicar en cualquier época del año. Sus efectos son inmediatos. Tiene una duración de 6 a 8 meses y se puede repetir la operación. Y para finalizar, apenas tiene contraindicaciones.

 

Este tratamiento tiene que ser administrado por un médico especializado, ya que el botox mal colocado puede ser desastroso para la zona donde se aplica dándole un aspecto raro o una expresión facial no deseada durante bastante tiempo.

 

Otra aplicación del botox que está teniendo mucha demanda por su eficacia y rápidez es para la hiperhidrosis (sudor excesivo) de axilas, manos y pies, mejorando la vida de esas personas que padecen este problema.