La exfoliación facial es un proceso similar a repintar una silla. Evidentemente, puedes abrir una lata de pintura, coger un pincel y comenzar a pintar, pero si no quitas las capas de pintura viejas, se formarán grumos y protuberancias en la superficie de la silla.
Limpiar y lijar primero la silla, nivelar la superficie y aplicar la pintura nueva con movimientos suaves y uniformes, es un enfoque mucho mejor. Básicamente, así es como se siente exfoliar la piel de tu rostro. En consecuencia, la exfoliación facial es un tipo de tratamiento previo que mejora la apariencia del tono y la luminosidad de la piel. Esto le da a tu rostro un brillo renovado y juvenil.
¿Qué es la exfoliación facial y cuáles son sus beneficios?
Aunque la mayoría de las personas comprenden la importancia de mantener la piel limpia, muchas personas no están familiarizadas con el proceso de exfoliación facial. Si bien la limpieza diaria de la piel elimina la suciedad y la grasa, no funciona como rejuvenecedor ni limpia los poros de la misma manera que lo hacen los exfoliantes.
Algunos de los principales beneficios de la exfoliación facial son:
- Te permite limpiar tu rostro, eliminando la suciedad, así como la grasa de tu piel.
- La exfoliación facial contribuye a que tu crema hidratante funcione de manera más eficaz.
- Adicionalmente, la exfoliación facial prepara tu piel para el maquillaje. Es decir, ayuda a nivelar la textura de tu piel para que el maquillaje sea mucho más suave.
- Los exfoliantes ayudan a destapar los poros y eliminar las impurezas.
- Incluso, este tipo de exfoliación revitaliza tu piel, por lo que favorece el anti-envejecimiento.
- Al destapar los poros, aparece un brillo natural instantáneo.
- También ayuda a suavizar tu piel y la prepara para la hidratación.
