Con la llegada del nuevo año todos buscamos la mejor manera de dejar atrás esos kilitos de más que hemos ganado en Navidades, comenzamos las dietas y el deporte para una buena puesta a punto.
Te recomendamos que dentro de tu dieta incluyas el mejor antioxidante y quema grasas natural, el Té Verde.
El té verde ha sido consumido durante milenios por la cultura oriental sobre todo Japón y China, se popularizó mundialmente hace algún tiempo debido a sus beneficios para la salud, como por su exquisito sabor.
Se ha convertido en uno de los más grandes aliados de las personas que disfrutan consumiendo productos naturales.
Es recomendable utilizarlo en su forma más natural, preparando la infusión con hierbas o saquitos, endulzando con edulcorante o un poco de miel.
Sin duda alguna, una de las mayores propiedades del té verde está relacionada con su enorme contenido en antioxidantes. Esto lo convierte en anticancerígeno, bueno contra el envejecimiento y favorable para el sistema cardiovascular, entre otras cuestiones.
El té verde es ideal por su acción estimulante, tonificante y excitante del sistema nervioso central. De todas formas, esto se relaciona con su contenido de teína , lo cual no es recomendable para hipertensos.
El té verde disminuye los niveles de grasa gracias a la acción de ciertos compuestos que posee.
¿Cómo es la dieta del té verde?
Esta dieta consiste en beber tres tazas de té verde de la siguiente forma:
– Primera taza: en ayunas, lo más caliente que se pueda, exprimiéndole el zumo de un limón.
– Segunda taza: 20 minutos después de comer, sin endulzar con nada, y no comer nada después.
– Tercera taza: después de cenar y antes de acostarse. Debes cenar siempre una hora y media antes de dormirte para que la digestión se haga con anticipación y permita descansar.
Durante esta dieta debes evitar:
– Panadería refinada
– Azúcar refinada y derivados.
– Las carnes rojas y el pollo, procura comer sólo pescado.
– La comida hipercalórica, fritos, embutidos, leche de vaca y derivados como el queso.
Durante la dieta:
– Debes beber al menos 2 litros de agua.
– Incrementa los vegetales frescos y trata de ajustarte a la dieta que al final del post te proponemos.
– Si te da mucho hambre al principio, procura no romper la dieta comiendo lo primero que encuentres. Mejor ten a mano manzanas, las cuales ayudarán a depurar intestinos, limpiar estómago y sangre y a reducir la grasa de tu cuerpo.
– Además, calmaran tu ansiedad por comer. Otras frutas apropiadas para las comidas son: uvas, naranjas, piña y pomelo.
– Incluye la toma de 3 almendras o nueces al día, una cucharada de aceite de oliva extra virgen diariamente, y leches vegetales en lugar de leche de vaca.
Propuesta de dieta:
Ayunas: Vaso de té verde tibio con el zumo de limón exprimido y sin endulzorar. No comer 30 minutos después para que el té y el limón hagan su proceso de depuración profunda.
Desayuno: taza de avena, o leche de soja con cereal de amaranto, o un pan tostado integral con vegetales y queso vegetariano. No comas frutas con las comidas, lo mejor es dejar las frutas por si te dan hambre entre comidas.
Comida: Escoge un plato y acompáñalo con una ensalada de vegetales variados o un jugo de vegetales. No debes comer ningún alimento azucarado o dulce.
Entre comidas: después de media hora de haber comido, prepara una taza de té verde, agrega unas gotas de limón y beber sin endulzorar.
Cena: sándwich o pizza vegetariana, o ensalada con tofu, o taza de leche de soja con amaranto o avena, o pan integral con tomate ajo y aceite de oliva extra- virgen.
Antes de dormir: una taza de te verde caliente.
Realiza esta dieta cuanto antes y te sorprenderás de los resultados.